jueves, 16 de octubre de 2008

LLamamiento desde San Pablo

Parroquia de San Pablo Apóstol

11408 Jerez de la Frontera (Cádiz)

AMIGOS DE SAN PABLO

Queridos amigos:

Como muchos sabéis, desde hace tres años soy el Párroco de la de San Pablo, en Jerez de la Frontera (Cádiz). Esta Parroquia fue confiada a la Congregación de los SS.CC. desde sus inicios a comienzos de los años setenta del siglo pasado. Se encuentra en la zona Sur de la ciudad de Jerez y cuenta actualmente con una población aproximada de doce mil habitantes. Buena parte de la misma se halla sumida en esa situación de pobreza generalizada que caracteriza a tantas barriadas marginales típicas de las grandes ciudades. La actual crisis económica nos viene afectando con una dureza particular. Nuestra Cáritas Parroquial hace lo que puede, pero siempre menos de lo que querríamos, sobre todo por falta de medios económicos, ya que nuestros recursos propios, por razones obvias, son muy limitados. Y eso que, gracias a Dios, contamos también con algunos apoyos de fuera.

Con motivo de la celebración jubilar, ahora en curso, del Bimilenario del nacimiento del apóstol San Pablo, titular de la Parroquia, hemos decidido crear algo así como un grupo de apoyo que, con la denominación de “Amigos de San Pablo”, esté formado por personas que se comprometan, durante lo que nos queda del año 2008 y todo 2009, a hacer la aportación mensual de 5 Euros, con vistas a sostener las necesidades de la gente que recaba la ayuda de nuestra Cáritas. Sé que no es mucho, y que para obtener unos ingresos que nos permitan hacer frente, siquiera en parte, a tantos problemas, tendríamos que contar con un número bastante alto de benefactores. Ese sería el objetivo: solicitar una contribución que resulte accesible a muchos y conseguir que sean muchos también los que se comprometan. Si alguien puede aportar algo más, siempre será bienvenido. Lo que pretendemos sobre todo es, pues, poder contar con unos ingresos fijos periódicos que nos permitan elaborar un presupuesto mensual que no sufra oscilaciones importantes y, al mismo tiempo, prestar ayudas a las que poder hacer frente con una cierta continuidad.

Actualmente, las demandas de apoyo en Atención Primaria se centran, ante todo, en ayudas para alimentos, recetas de medicinas y gas, avisos de corte de agua y de luz por impago de los recibos correspondientes y, en otros casos, alquileres bajos, programas de rehabilitación de drogadictos, familias con parientes cercanos en la cárcel, emigrantes, etc. Hasta hace poco, mal que bien, nos hemos venido defendiendo. Pero desde antes del verano para acá nos hemos visto desbordados, sobre todo por el número tan alto de nuevas familias que acuden solicitando ayuda, de forma permanente o puntual. Y todo indica que el problema irá aumentando, desgraciadamente.

No voy a alargarme ahora, pero conozco de sobra las dudas que normalmente suscita esta clase de peticiones. Entre mucha gente se haya extendida la impresión, por un lado, de que las personas que acuden demandando ayuda suelen engañar o son las principales responsables de su situación de pobreza y, por otra, de que los recursos no se administran con la transparencia debida o no se usan para dar respuesta a las necesidades para las que se donaron. Aquí somos muy conscientes de que tenemos que hacer nuestro trabajo al respecto lo mejor posible. Y aseguro que en ello ponemos todo nuestro empeño. Aunque quizá no lo logremos siempre. Nos movemos en un estrato social muy complejo, que entre otras cosas hace enormemente difícil el discernimiento adecuado. Con todo, por lo que a nosotros respecta, quisiera ofreceros la garantía completa de que lo que se recibe le llega directamente a la gente, que procuramos estudiar lo mejor que sabemos cada caso y que nuestra Cáritas Parroquial trabaja cuanto puede en la promoción social de muchas de las personas que atendemos, a fin de que no se conviertan en adictas a este tipo de prestaciones.

Esta última es quizá, más allá de la urgencia de los momentos presentes antes descrita, la faceta más importante del trabajo que Cáritas lleva adelante acá desde su creación y para la que también precisamos de los recursos convenientes. Con este fin solemos estar en contacto, fundamentalmente, con los Servicios Sociales del Ayuntamiento, las llamadas Unidades de Barrio, además de otras entidades u obras sociales. Y desde hace muchos años funcionan en la Parroquia dos proyectos concretos: uno de Promoción de la Mujer y otro consistente en un pequeño Taller de Guarnicionería.

No quisiera prolongar más esta carta. Creo que con esto es más que suficiente por ahora. Hemos pensado que la fórmula mejor para hacer efectivo el donativo podría ser la de una transferencia periódica al número de cuenta de la Cáritas Parroquial de San Pablo: 2071 1278 92 0001055048.

Con toda libertad y confianza quisiera terminar solicitando no sólo vuestro compromiso personal, sino también el esfuerzo añadido de implicar a algunos de vuestros familiares directos y amigos en esta iniciativa. Puede que, gracias a Dios, la pobreza no os afecte directamente. Pero, como seres humanos, como discípulos de Jesús, no podemos organizar nuestra vida, incluido el uso de nuestro dinero, como si no hubiera pobres. Que el Señor os bendiga y os lo pague con creces.

Ramón Mera García SS.CC.

Jerez de la Frontera, a 9 de octubre de 2008

Festividad de San Dionisio, Patrono de la Ciudad

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