Agradecer, primero, el comportamiento de todos los hermanos que formaron parte del cortejo procesional de nuestra Hermandad y la compostura en los momentos que hubo que tomar la decisión de volver a nuestra Capilla saliendo de la Carrera Oficial a la altura de la Rotonda de los Casinos. El discurrir de la Hdad. fue impecable y no se perdió la tranquilidad y el orden en ningún momento.
Tambien agradecer a Raúl Castaño, hermano mayor del Nazareno, por abrirnos las puertas de la Iglesia en Cristina, y de Jose Manuel Lechuga, teniente de hermano mayor de la Hdad. del Huerto por su ofrecimiento igualmente de la Iglesia de Santo Domingo. Asimismo, a Jose Manuel García Cordero. hermano mayor del Cristo de la Expiración por gestionarnos tambien la Iglesia de San Francisco como posible refugio.
También agradecer la ayuda prestada y eficacia por parte de los seguridad que ocupaban el puesto del paso de peatones a la altura de calle Bizcocheros, a los que prestaron su ayuda los costaleros del paso de misterio que estaban esperando allí para hacer un relevo.
Y, por supuesto, sobre todo, la constante preocupación del jefe de día, Javier Escobar, en prestarnos todo tipo de información y atención ante nuestras preguntas y finalmente su gestión ante el CECOP tras la definitiva petición de la Hdad. de salir rápidamente de vuelta por calle Honda y Arcos hacia la Capilla.
Todo ello hizo posible que la jornada del Domingo de Ramos terminara para nuestra Hdad sin ningún percance, pudiendo recogernos a tiempo antes de que las condiciones metereológicas se volvieran adversas y estuviéramos en estos momentos lamentando cualquier tipo de daños.
Lamentamos y deseamos que los daños no hayan sido muy importantes, a la Hdad de la Estrella y a la Hdad del Perdón que les cogió en la calle los aguaceros que se produjeron mas tarde y que fueron de cierta intensidad. Para ellos nuestro pesar y nuestra preocupación.
Por otro lado, nuestra alegría de que la Hdad. de las Angustias, al igual que nosotros, pudiera recogerse con celeridad y salvaguardarse de la lluvia que posteriormente calló.
Finalmente, deseamos que la Hdad del Trasporte, la cual tuvo que refugiarse en Catedral, tenga una feliz jornada de regreso el próximo Domingo de Resurreción, por la tarde, y que pueda terminar con brillantez su Estación de penitencia iniciada el pasado Domingo de Ramos y aún inconclusa.
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