jueves, 8 de octubre de 2009

Mañana 9 Octubre San Dionisio Aeropagita



"La confusa historia de Dionisio" por Manolo Sotelino.


Festividad de San Dionisio Areopagita. Griego ateniense que llegó a formar parte del consejo de justicia llamado en la Grecia clásica el Areópago. Cuenta el libro de los Hechos de los Apóstoles que fue convertido al cristianismo por el mismísimo Apóstol de los Gentiles, Pablo de Tarso. Llegó a ser obispo de Atenas y forma parte del grupo de mártires de la Iglesia Primitiva. También se atribuyeron a San Dionisio Areopagita una seria de obras filosóficas que está demostrado no escribió. Estas obras datan del siglo VI y fueron redactadas por un anónimo que tuvo a bien firmar con el nombre del primer obispo de Atenas. Hoy se le conoce como el Pseudo-Dionisio. Sin embargo, San Gregorio de Tours nos habla de un Dionisio que fue desde Roma a Francia a predicar el Evangelio en el año 250. Llegó a ser obispo de París. La leyenda cuenta la historia de la decapitación de Dionisio y de cómo el Santo recogió su propia cabeza para proseguir con la predicación. Justamente donde cayó de nuevo con la cabeza en sus manos, se encuentra la basílica llamada Saint Denis cercana a París. Sin duda parece no tener que ver uno con el otro en nada. Distan casi dos siglos de uno a otro. Pero la tradición iconográfica de la ciudad siempre ha colocado al obispo de París como Dionisio el Areopagita. Alguna leyenda existe que confunden estos dos personajes que se nos escapan en la noche de los tiempos y de los cuales existe poca información. Es más, también hay leyendas que ubican al mismo santo en Atenas y en París con sus dos siglos de distancia. Dionisio Areopagita, el sabio griego que llegó a abrazar la doctrina cristiana, poco o nada tendrá que ver con el santo mártir que murió en la Francia del siglo III. Al menos eso es lo que parece indicar el sentido común. Finalmente habría que destacar que Jerez celebra y contempla a San Dionisio como patrón de la ciudad al ser el día de su festividad cuando Alfonso X El Sabio, en 1264, entró con sus huestes en la ciudad siendo reconquistada de forma definitiva por el reino de Castilla y León.

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